Fernando Vega, activista, opinó sobre el avance de proyectos mineros y la visión extractivista del gobierno de Guillermo Lasso. “La fiebre del oro se exaspera en la crisis, de manera errada el presidente Lasso cree que el desarrollo de la minería va a ser la salvación económica del país, y que será una alternativa a la era petrolera”, comentó.
Cuestiona las contradicciones, opina que la naturaleza tiene derechos, pero “en un país casi fracasado como el nuestro, donde el Estado no puede controlar nada, la tierra es de nadie y el
Estado no puede controlar la minería ilegal”.
Según Vega, “queremos seguir la vocación de Rusia, de ser vendedores de materias primas, pero estos modelos no son sustentables”.
Sobre la explotación en el Cajas, lamenta que la consulta pueda resultar insuficiente para impedir la minería tanto legal como la ilegal. “Las autoridades son timoratas, tienen miedo, el chantaje del centralismo está presente. Vemos, por ejemplo, como el Tranvía ha sido la bella princesa secuestrada a cambio de financiar su mala implementación por corruptela e incompetencia, las autoridades callan y se hacen de la vista gorda”.
Para defender Kimsacocha, advierte la posibilidad de manifestaciones. “Estamos viviendo una etapa neocolonial, donde no interesa la decisión de los pueblos, las decisiones las toman los grandes imperios transnacionales; debemos defender las fuentes de agua, si no lo hacemos no hay futuro”, manifiesta.
Insiste en que la minería no dejará enormes ingresos, tampoco un incremento del trabajo.
Aspira que se tomen medidas alternativas a la minería, proyectos sustentables.
Se refirió también a las amnistías otorgadas por la Asamblea Nacional. Recordó que en octubre de 2019 hubo gente encarcelada injustamente, y ha habido gente que ha muerto injustificadamente en la cárcel. “Brilla la estupidez, la incapacidad de la Asamblea, crean actos mal hechos para reivindicar que algo hacen. Mostraron su ineptidud, su forma irracional de manjar asuntos delicados”, comentó.
Llamó a observar los próximos acontecimientos políticos. Considera que “estamos en un proceso de canibalismo político y económico, y lo único que podemos prever es la disolución del Estado y ciudades convertidas en lugares invivibles por falta de recursos y violencia”.