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Luis Cabrera

Arzobispo de Guayaquil

El Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, aspira que la paz llegue tras los altos índices de violencia intrafamiliar, social, en las cárceles… con los que Ecuador terminó el 2021. 

Sostiene que el diálogo generacional es importante para lograr la pacificación, llamó a educar para la paz y generar fuentes de trabajo. “Debemos ser constructores de paz, es el gran desafío”, expresó.


Asevera que en Guayaquil hay falta de diálogo lo que impide resolver los grandes conflictos. “El diálogo queda como slogan, además hay falta de educación, en los guasmos hay jóvenes que no saben leer ni escribir, tampoco hay trabajo y se dedican al narcotráfico, a la prostitución”, lamentó. 


Añade que la falta de atención de las autoridades también genera violencia. “En campaña se muestran cercanos, cuando llegan al puesto se olvidan, unos cuantos alcahuetes les alaban y luego no les dejan ver la realidad”, señaló.

Manifestó que no ha habido una petición desde el Gobierno para que la Conferencia Episcopal participe en las mesas de diálogo de pacificación de las cárceles. “Alfredo Narváez es el represente de la Iglesia ante esta situación de crisis, ha estado en otras, ahí debe estar un profesional que pueda aportar, han tenido varios encuentros con los cabecillas, hay voluntad para dialogar desde las bandas”, informó. 
Sostiene que la iglesia no ha perdido espacios y se ha abierto a nuevos sectores, “tenemos mucho que aprender, nadie nos está imponiendo”, dijo.


Al ser consultado sobre las denuncias de abusos a niños por parte de miembros de la Iglesia dijo que debe ser tratado de manera amplia. “La Iglesia ha tomado pasos firmes como el cero abuso a menores, se califica como grave si alguien es responsable de un delito de este tipo, se le quita su nombramiento, pierde todo, el Papa fue muy radical en cuanto a este tema”, indicó. 


Dio a conocer también que la posición de la Iglesia es educar, y que incluso han generado manuales de prevención de abusos.


Finalizó comentando que la ley debe estar al servicio de los derechos humanos y se debe abordar desde diferentes posiciones el aborto y el género.