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Para el prefecto del Azuay, doctor Yaku Pérez Guartambel, Cuenca no está lista para pasar del semáforo rojo a amarillo, explicó que el Colegio de Médicos y otros profesionales de la salud han manifestado que la próxima semana será clave para evitar un mayor número de contagios.

Ecuador, a criterio de Pérez, en estos momentos mantiene una lucha entre la reactivación económica y el hambre. Insistió en que se deben revisar rigurosos protocolos de seguridad para un regreso paulatino de actividades pero, argumentó que profesionales de la salud y organismos internacionales advierten un posible rebrote de contagios si se acelera una salida del confinamiento.

Los casos aumentan cada día, dice Pérez, razón suficiente para analizar profundamente la situación en el transcurso de esta semana. Pérez resaltó la frase “nos salvamos todos o nos hundimos todos” e indicó que es difícil dar una fecha de retorno a las actividades “normales”.

En otro orden del diálogo cuestionó los supuestos actos de corrupción en la adquisición de insumos para la atención de la emergencia y kits alimenticios para la población en riesgo. “Burócratas de uñas largas, apagan la luz y roban, esto no puede suceder, las canastas de la Prefectura cuestan diez dólares, hemos tenido que regatear pero no podemos despilfarrar el dinero de la provincia” expresó e instó a la Contraloría a que revise los contratos de la Prefectura para que esta entidad pueda mejorar.

Además de mantener continuidad en la entrega de las canastas alimenticias, informó que crearán un banco de alimentos para la reactivación de la agroproducción.