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Gustavo Valencia, concejal de Cuenca y presidente de la Comisión de Movilidad y Transporte del Concejo Cantonal, destacó la terminación del contrato para la operación de los nuevos fotorradares, con el consorcio Movil Technology. 

Destacó que el contrato era lesivo para la ciudad e informó que le costará a la ciudad alrededor de tres millones 200 mil dólares, pero que la EMOV EP se quedará con los equipos. Esto tras la mediación con la empresa contratista. 

Dijo además que los radares no serán retirados y que por el momento continuarán notificando sobre las infracciones cometidas por los ciudadanos, aunque estas ya no representarán una multa a cancelar. Las generadas antes del apagón de los dispositivos deberán ser pagadas. 
Insistió en que los radares no estaban homologados y que la empresa no demostró la experiencia específica. “No se debe jugar con la ciudad, está claro que el contrato fue hecho por los contratistas y la EMOV se sentó solo para la firma”, comentó. 

Aseveró que la Contraloría ha sido solicitada para ampliar los estudios sobre el contrato y que los responsables de las irregularidades cometidas en perjuicio de la ciudad deberán recibir las sanciones que corresponda.