SOUNDTRACK: “AL OTRO LADO DE LA NIEBLA”
Por: Sebastián Zaldumbide
Hola Boris Vian, antes que nada déjanos felicitarte por el trabajo realizado, nos enorgullece tu participación en el documental. Agradecemos tu apertura para realizar esta entrevista y conocer más sobre la creación de esta banda sonora.
¿Cómo describirías tu experiencia colaborando en la banda sonora de "Al Otro Lado de la Niebla"?
Primero conocerle a Sebastián Cordero en la faceta de trabajo. El documental ya estaba en fase final del montaje realizado por José Cardoso, por lo que yo ví la película prácticamente terminada. Desde ahí entender qué quería Sebastián para que, desde mi aporte, complete la película con mi música. El diseño sonoro realizado por Esteban Brauer tenía sonidos muy recurrentes grabados in situ por Sebastián; como instrumentos de las ceremonias budistas, cuencos tibetanos, campanas, tambores, es ahí que yo trato de entrar en esa misma atmósfera.
Mi primer objetivo era hacer la canción para los créditos, que de alguna manera resuma todo lo contado en el documental. Yo envié algunas propuestas y entre Sebastián, José y Esteban me iban retroalimentando para obtener lo deseado. Luego se abrió la opción de musicalizar otras partes de la película que es el caso de la canción Ascensión. Y por último aproveché este flujo creativo para hacer los temas llamados En la Niebla que constan en el álbum y que están enfocados más al ambient y la síntesis.
Al hacer música para películas siento una libertad artística diferente que al hacer canciones para la cultura popular. Musicalizar una escena va determinada por lo que uno ve en la pantalla, cómo puedes a través del sonido, maximizar la intensión del director, fortalecer la narrativa y provocar emociones al espectador. La mezcla entre lo claro que tenía el director, qué es lo que funciona o no, y mi filtro sensible para crear la música pienso que funcionó y se puede ver en el resultado.
¿Qué te atrajo de este proyecto en particular?
La temática. Yo creo que una gran parte de ecuatorianos cuando nos preguntan quién es Iván Vallejo sabemos la respuesta y de la misma manera Sebastián Cordero, eso ya de entrada me atrajo. Luego vi que se cuenta la historia de vida de los dos y van topando temas universales como la muerte, la espiritualidad, el éxito desde la óptica de un artista y de este super hombre que completó los 14 ochomiles. En contraste, es una película íntima y honesta por las historias personales de ellos que a uno le sensibiliza y le pone en contexto.
¿Cómo fue tu proceso creativo al trabajar con las grabaciones de sonido de las ceremonias en Nepal? ¿Cuanto duró el proceso?
Como Boris Vian desde un inicio, mi manera de trabajar ha sido desde el sampling. Recolectar sonidos de discos, películas, series o en la calle y naturaleza. Re-contextualizarlos y hacer una nueva composición, como una especie de collage o ready made.
Con estas herramientas usé los sonidos grabados por Sebastián en las ceremonias budistas para crear música nueva, teniendo esos timbres es como ya escoger una paleta de colores y yo dedicarme a pintar.
¿Qué inspiración encontraste en las atmósferas y ambientes capturados durante el viaje a Nepal?
La relación con la naturaleza y el estado mental del montañista y de la gente que vive ahí. Es por eso que desembocó (sobre todo en las canciones En la niebla) a hacer música ambient, música más enfocada en texturas donde ninguna melodía prevalezca sino ponerte en un estado mental y emocional acorde a lo que se ve en el paisaje.
¿Cómo fue trabajar con José Cardoso en este proyecto?
Fue el que me llevó al proyecto, yo ya he trabajado en películas de él y tenemos una relación muy buena de amistad y trabajo. Es una persona que transpira creatividad por lo que para mí el flujo de trabajo es buenísimo y puedo experimentar y expresar sin mucha restricción.
¿Qué desafíos enfrentaste al combinar elementos electrónicos con ritmos tradicionales como el Sanjuanito?
Mi lógica fue: son dos personajes andinos en el Nepal, por lo que tengo que poner entre líneas algo que identifique estos dos lugares inconexos. En la canción “Al otro lado de la niebla” el tambor hace el ritmo del san Juanito sin ser demasiado obvio, también usé samples de el “Trensito de los Andes” donde suenan unas voces femeninas e incluso un pavo. Encontré un paralelismo en las flautas que usan en el Nepal con las andinas y ahí podía también juntarse estos mundos con una intensión en común.
¿Qué mensaje o sensación esperas transmitir al público a través de la música de este documental?
Depende la canción, en “Al otro lado de la niebla”, un sentimiento de poder, pero al mismo tiempo de miedo y una vez superado éste el de calma y hogar.
En las cinco canciones de “En la Niebla” el de introspección, misticismo y meditación.
En “El Viaje” el de superación, alegría y movimiento.
¿Cómo describirías la experiencia de escuchar la banda sonora de "Al Otro Lado de la Niebla" en comparación con tus trabajos anteriores?
Es una película sonora, las canciones van conectadas una entre si y todas tienen una evolución o narrativa que, a diferencia de la música popular, no tiene una estructura fija que se repite un estribillo o un verso, sino va cambiando el paisaje y las emociones a lo largo del tiempo.
¿Qué te atrajo específicamente de la cultura y música nepalíes que influenciaron tu trabajo en este proyecto?
Que va muy relacionado a los paisajes y la tímbrica de los instrumentos. Hay dos tipos de música, la popular y la sacra, entender la motivación de cada uno y cómo usan los instrumentos para cada función me inspiró para usarlo en determinados momentos que la película exigía.
¿Podrías contarnos qué recursos tecnológicos utilizaste en la producción de la banda sonora del documental?
Sintetizadores y una computadora donde tengo el Sampler para recolectar los sonidos y modificarlos a mi gusto.
Me atrajo mucho el sonido de los cuencos tibetanos. Estudié su física del sonido y traté de replicar en el mundo de la síntesis. Aquí me voy a poner más técnico: descubrí que los cuencos tienen un tono fundamental y su primer armónico es una tercera mayor con 14 microtonos más alto. Con el sintetizador hice eso, un oscilador en la nota fundamental y el otro en la tercera más aguda, modulando el tono levemente y dejando que la nota suene infinitamente obtuve un resultado muy meditativo parecido al que provoca el cuenco.
¿Alguno de los tracks tiene mayor relevancia para ti? ¿Algún preferido? Cuéntanos.
Ahora mi favorito es “En la niebla III” porque salió jugando con este diseño sonoro que hice en el sintetizador, sin pensarlo mucho, se creó este track meditativo y místico. Ahora bien siempre me pasa que a lo largo del tiempo va cambiando mi canción favorita, pasa mucho en el arte, que, uno entiende sus propias obras tiempo después de haberlas realizado.
¿Qué consejo le darías a otros artistas que buscan fusionar elementos tradicionales y contemporáneos en su música?
Desde mi perspectiva, que no hay que tener miedo de romper las reglas, si quieres fusionar algo tradicional que tiene un marco teórico muy marcado con algo más abierto como la música contemporánea tratar de hacerlo sin miedo y que te resuene a ti.
Gracias nuevamente, esperamos que esta incursión como creador de la banda sonora de “Al otro lado de la Niebla” te abra más puertas que enriquezcan tu carrera.
Te deseamos mucho éxito.