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Mariana Durán, exconsejera provincial del Azuay, expresó sus observaciones sobre las ordenanzas de planificación y desarrollo aprobadas en la ciudad de Cuenca. A su criterio, la normativa carece de una base técnica sólida, al no contar con un catastro actualizado, lo que —según afirmó— aleja la planificación de la realidad territorial del cantón.

Durán lamentó que el proceso de elaboración de estas ordenanzas no haya considerado adecuadamente la participación ciudadana. “Se tomaron en cuenta únicamente criterios técnicos de expertos, pero se dejó de lado la voz de la gente”, señaló.

Rechazó las declaraciones de autoridades municipales que acusan a ciertos sectores de desinformar a la ciudadanía y reiteró que lo que se busca es corregir las falencias del proceso. En ese sentido, hizo un llamado a realizar nuevas socializaciones y a abrir mesas de diálogo por zonas o sectores.

“Se debe pensar en el cantón en su conjunto cuando se habla de desarrollo. No se puede construir ciudad sin la participación activa de quienes la habitan”, enfatizó.

Por su parte, Juan Fernando Ramírez, procurador síndico del Municipio de Cuenca, explicó que la figura de la multa compulsoria tiene como objetivo presionar a los propietarios morosos. “Si no se cumple con la obligación de cerrar el local, se aplicará la multa de manera continua hasta que se regularice la situación”, precisó.