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Fernando Vega, exasambleísta y defensor ambiental, cuestionó la reciente fusión del Ministerio del Ambiente con el de Energía y Minas, oficializada mediante el Decreto Ejecutivo 60 del presidente Daniel Noboa. Calificó la decisión como “triste” y preocupante, al considerar que los temas ambientales están siendo relegados a un segundo plano.

“El Gobierno aún tiene capital político para impulsar reformas, pero este tipo de decisiones generarán resistencia”, advirtió Vega, quien llamó a la ciudadanía a reaccionar ante este tipo de medidas, especialmente por la forma en que se imponen, sin un proceso participativo ni transparente.

El exasambleísta lamentó el despido de cerca de cinco mil funcionarios del sector público y alertó que las consecuencias de esta reestructuración se evidenciarán en las próximas semanas. “Es preocupante no saber qué pasará con el manejo de los recursos naturales y los controles ambientales”, dijo.

Vega también criticó a ciertos actores políticos que, según él, buscan apropiarse de la defensa del agua para obtener réditos personales, mientras el Gobierno pretende deslegitimar la lucha ambiental de Cuenca, tratándola como oposición y no como una defensa legítima de derechos. “El derecho al agua y la protección de las fuentes hídricas no pueden contaminarse con intereses políticos”, subrayó.