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Carlos Cordero, excatedrático universitario y experto en economía, señaló que se debe analizar cuidadosamente si la decisión del presidente de eliminar el diésel traerá consecuencias, considerando negociaciones previas y evaluando si se implementa en un momento políticamente adecuado.

Cordero explicó que el aumento del diésel no golpea directamente el bolsillo de todos los ecuatorianos, lo que, según él, explica la ausencia de movilizaciones masivas. Sin embargo, reconoció que sectores como fletes y transporte se ven ligeramente afectados.

En relación con el proyecto minero, recordó que la concesión a la empresa Dundee fue otorgada por gobiernos anteriores. “Si llega a instancias internacionales, es el Estado quien debe responder, porque fue quien concedió la licencia, no la ciudad ni la provincia”, afirmó.