El doctor Salim Zaidan, experto en derecho constitucional, hizo una lectura jurídica sobre la situación de la Contraloría General del Estado luego de la renuncia de Pablo Celi.
Explicó que Carlos Riofrío no puede asumir la subrogación del cargo, que Celi, quien se encuentra privado de la libertad, no podía subrogar, sino Valentina Zárate que era quien se encontraba en el cargo; no obstante una espiral de subrogaciones no está contemplada en la ley, aclaró.
“La Ley de la Contraloría se quedó corta”, advierte Zaidán. “Nunca pensaron que se quedarían sin contralor y sin el subrogante; hay un vacío legal, un enredo jurídico que ha generado incertidumbre”.
Considera que el CPCCS debía llamar a concurso inmediatamente y no dejar pasar tanto tiempo, “Celi debió ser reemplazado hace rato; Carlos Riofrío no puede actuar, toda actuación sería nula”, explicó. Ante estas ausencias urge que el Consejo acelere el llamamiento, “es un tema de voluntad política”, insiste. “La demora lo único que hace es favorecer a las autoridades que están siendo investigadas, vencería la facultad de potestad de la Contraloría”, denunció.
Sobre la existencia del CPCCS dice que la preocupación no pasa por el organismo a cargo de la designación de autoridades, sino por la transparencia de los concursos y es hacia allá a donde debe ir la atención”. “Lasso no debería perder el tiempo en una consulta sobre este Consejo cuando el país tiene problemas mucho más serios”, señala.
En el caso del defensor del Pueblo dijo que su actuar, definitivamente, es “impresentable”. “Tenemos una crisis de institucional por falta de ética de las autoridades”, cuestionó.
En este mismo sentido, criticó la posición del alcalde de Quito, Jorge Yunda. “Llama la atención que se consiga, tan rápido, una medida cautelar y se la otorgue de manera absurda, no cabía”, y comentó sobre la decisión de la presidenta del Consejo de la Judicatura y la intervención de la Fiscalía para investigar a los jueces involucrados.
Finalmente, Zaidán analizó el programa La Posta XXX en el contexto del debate de la Ley de Libertad de Expresión y Comunicación que se discute en la Asamblea Nacional y el debate de la autorregulación de los medios.
Para Zaidán no es un estilo “irreverente, fue una burla grotesca que no causa gracia. Se puede hablar de un discurso de odio”, está contemplado incluso en tratados y la normativa internacional.
Le preocupa que no sea la primera vez que Las Posta actúe de esta manera, “aunque el programa salió del aire, las malas prácticas no cesan, no soy partidario de una SUPERCOM, pero tampoco creo en la autorregulación, hay que encontrar un punto medio”, sugirió finalmente.