Fernando Vega, activista miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción, comenta que el discurso de combate a la corrupción tiene pocos resultados y se convierte en un "comodín político, con tintes de corrupción en las mismas instancias que persiguen los hechos de esta naturaleza, protegen al poder de turno y persiguen a cualquiera que no sea del Gobierno". Para Vega, grupos de poder están enquistados y manipulan la lucha contra la corrupción.
Manifestó que varios relatos se han mencionado en los últimos días, como el cobro de coimas por desvanecer glosas. En el ámbito local, dijo que "en Azuay hay temas por investigar, entre ellos la construcción del Tranvía, de las hidroeléctricas”.
Cuestiona que varias obras, entre ellas las carreteras, no se concretaron, estas estaban relacionadas con la empresa Gezhuoba.
Vega señaló que el eje de la política de Lasso de atraer inversión tiene un Talón de Aquiles, "para facilitar la inversión no se debe espantar empresas, la minería responsable no existe, donde hay plata hay corrupción", insiste. Según el activista una de las debilidades es que son los grandes capitales los que se llevan las ganancias.
Recordó que “Cuenca ya decidió, le dijo no a la minería y el Estado tiene que respetar esta decisión”.
"Nos dejamos lavar el cerebro, lo importante es a quien escuchamos, la minería no deja el dinero, nadie invierte para caridad, no queda nada en lo local, todo va al centralismo, solo quedan pasivos ambientales", reprochó.
Invitó a levantar la voz para hacer respetar la decisión de los cuencanos. "Nos hace falta empoderarnos, debemos defender el agua, si no lo hacemos, debemos dejar de existir como ciudad", mencionó.
Finalmente, sobre la Ley Creando Oportunidades, opinó que "la situación del mundo es compleja, el Ecuador está conectado a una UCI, se debe concretar un diálogo para limar extremos innecesarios, como que los empresarios tengan un poder absoluto sobre los empleados", aseveró.