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El doctor Patricio Rojas, director del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, explicó que se están realizando estudios para identificar las variantes de COVID-19 que circulan en el país, sugiere que hay un cambio de transición entre la variante Delta (predominante en Ecuador) y Ómicron. “Empezamos a ver que Ómicron circula de manera masiva en el país, así como lo hace en otros países”, advierte.

 
Dijo que las pruebas de antígenos presentan fallas y Ecuador no ha incrementado su capacidad para hacer pruebas, “solo estamos por encima de Venezuela”, afirma. Recomienda que el Gobierno invierta en pruebas para que la población pueda acceder masivamente de manera gratuita.

 
Añadió que el secuenciamiento genómico tampoco se realiza de manera adecuada, “estamos debajo del 1%”, informa. 

Explicó que “una persona con Ómicron puede transmitir de 8 a 12 personas, pero no causa los efectos agresivos de antes”, pues esta variante produce síntomas más leves y moderados; aclaró, sin embargo, que hay personas que sí han requerido ingresar a una unidad de cuidados intensivos u hospitalización. Además la facilidad del contagio puede generar una gran cantidad de pacientes que el sistema de salud no podrá soportar, de ahí la necesidad de extremar las medidas de bioprotección. 

Para el experto, puede ser un problema que aparezcan nuevas variantes, según Rojas estamos en un periodo de transición, aunque considera que es probable que Ecuador no tenga claro el panorama, insiste en que el repunte de casos después del feriado puede ser producto de la variante Ómicron. 
Recomienda mejorar la calidad del aire, la ventilación y si hay sospecha de infección evitar el contacto con otras personas.