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Tribunal ratificó la inocencia del médico Juan Pablo Arias, acusado de homicidio culposo por mala práctica profesional en el caso de la niña Sofy Granda, en la ciudad de Cuenca. En una entrevista, su abogado defensor, comentó detalles del proceso y aseveró que el dictamen ratifica que “no existió mala práctica”, lo que, según su criterio marca un hito en el quehacer médico. “La verdad se encontró con la justicia”, manifiesta.

 
Explica que su principal argumento fue que “había una variante anatómica, impredecible e inevitable”. Dijo que varios expertos analizaron la historia clínica y varios testigos constataron este hecho.  Espera que la familia encuentre la paz tras esta resolución, “siempre será difícil para una familia salir de la pérdida de un ser querido”, manifiesta, pero recalca que en “Cuenca se litiga de cuenca forma”. 

Aclaró que en la audiencia se demostró que la familia siempre estuvo informada del caso. “Los padres de Sofía conocieron el testimonio de quienes intervinieron y conocieron la verdad técnica y jurídica de los hechos”, indicó.  

Ahora, las partes esperan que el dictamen se les entregue por escrito y tanto la defensa particular de la familia como la Fiscalía podrán apelar si así lo consideran. 
Criticó lo que considera el uso indiscriminado de las redes sociales sin que exista un examen serio en torno al caso, “se quiere condenar por Instagram, Twitter, Facebook”. Opina que Cuenca todavía es un espacio ético y limpio para poder litigar, “debemos confiar en tribunales de justicia”, insiste.

Dio a conocer detalles del caso, como por ejemplo que la niña en unas 15 ocasiones había ingresado a emergencia para tratar este tipo de aviones que motivaron la cirugía”. Dijo además que la familia de víctima solicitó más de 300 mil dólares de indemnización. “Fueron cinco los testigos, expertos en el tema, que dijeron que hubiesen actuado de la misma forma si les hubiese tocado un caso de las características del de Sofy Granda.