Dr. Fausto Camacho
Exconsejero del CNE
La destitución de Guadalupe Llori de la presidencia de la Asamblea Nacional “es la crónica de una muerte anunciada”, asevera Fausto Camacho, consultor político. “Su conducción no fue la mejor, fue escogida con pocos votos, y existe una coalición política que quiere hacerse con la conducción de la Asamblea Nacional, las mayorías se recomponen en función de una agenda política que no considera los intereses del país”, comenta.
Evidencia procesos de judicialización de la política, advierte que se la criminaliza. “Es negativo que pronunciamientos de jueces tengan connotación política”, insistió.
Considera que la politización de la justicia es inminente y coloca como ejemplo la pugna entre el Consejo de la Judicatura y la Corte Nacional de Justicia. Exige que se actúe con transparencia y responsabilidad.
Cuestiona que se defienda la metida de mano de la política, convoca a encontrar mecanismos para destrabar la función judicial.
Para Camacho “hay un déficit de democracia en la conducta de los ecuatorianos, sobre todo en los líderes, no tenemos referentes, no se apegan a lo que dice la ley. Opciones de rediseño se convierten en nuevas oportunidades para el funcionamiento del sistema de justicia”, manifiesta.
Sostiene que, la aprobación disminuida del presidente no es el mejor escenario político para que proponga una consulta popular en la que se ha anunciado se incorporarían temas relacionados a la estructura que administra la justicia. “Hemos tenido once consultas populares, todas propuestas por el Ejecutivo, corren el riesgo de convertirse en termómetro para medir la aceptación del presidente”, expresó Camacho.
El exconsejero electoral, en una intervención final, destacó que “estamos a inicios de un nuevo proceso electoral, en el que fuerzas se disputan espacios de poder. Un problema es la dispersión política, hay una gran oferta de opciones electorales”.