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Dr. Miguel Arias

Exjuez de lo penal en Azuay

El doctor Miguel Arias, exjuez de Garantías Penales, analizó el complejo problema de la inseguridad en Ecuador y Cuenca. “El Estado venía implementado un sistema penal basado en represión y disminución de derechos fundamentales de personas, se basan en el eficientismo en barrer las calles de delincuentes”, indicó. 


“Vemos cuantas reformas se dan a las leyes y los delitos no disminuyen”, cuestionó. Considera más bien que el Estado debe reformar a las personas y reinsertarlas.

Según dice, ahora se pretende aprobar la Ley del Uso Progresivo de la Fuerza, “como si fuera con eso suficiente para que se solucionen los problemas de la sociedad”.
Recalca que, “advertencias de la penetración de la droga en la política no fueron tomados en cuenta”. 

Para Arias “no se dan soluciones, encierran al delincuente que ataca buses, pero quién pone el cascabel al gato para proteger los fondos de los ecuatorianos que los políticos de turno se llevan”. Colocó como ejemplo lo que pasa en el IESS, “llegan al poder y buscan la forma de llenarse el bolsillo, no hay sanción, no se recupera un centavo; el caso Odebrecht es otra muestra”, dice. 

Sostiene que no hay reparación integral y no se garantiza la rehabilitación social. Para Arias no se ataca la causa, “el sistema penal pone penas absurdas”, expresó. 

Según el experto, “gran parte de las personas privadas de la libertad tienen problemas de adicción a las drogas, el Estado debe precautelar la salud pública de estas personas y no incrementar la población carcelaria, no hay una clínica del Estado para que jóvenes se rehabiliten”, cuestionó. 

“Hay un abuso de la prisión preventiva”, apunta. 

El penalista reprocha además que el Estado no distribuya los mecanismos de protección y seguridad. Expuso que Cuenca al medio día no cuenta con agentes policiales, menos en las tardes. “No hay mecanismos de apoyo, solo represión al ciudadano”, asevera. En este contexto advierte que, guardias ciudadanos se han convertido en instrumentos de represión contra personas que por circunstancias mayores salen a vender a las calles. “Con medidas represoras les retira los productos, las cámaras no son eficaces, hay falta de sensibilidad en la respuesta”, manifestó. 

Recordó que en el caso del asesinato del joven Juan Bermeo se demostró falencias en varios campos de la investigación policial, “la familia tuvo que pelear para que el Estado dote de herramientas, pero la policía no tiene los elementos para combatir el delito”, afirmó. 
Denuncia las demoras en una respuesta a las denuncias ciudadanas, la Fiscalía no da atención oportuna, lo que genera desconfianza en la administración de justicia y previene a los ciudadanos de poner una denuncia. 

“El sistema de justicia ha caído bajo, se sanciona a la cabeza judicial por un supuesto retraso en un trámite”, lamentó. Para Arias esto deja como consecuencia una “anomia total”. 
Hizo también una lectura sobre el debate en la Asamblea Nacional de la Ley de Uso Progresivo de la Fuerza. Sobre el tema advierte que hay instrumentos internacionales que ya establecen protocolos para el uso de la fuerza. “El protocolo de las Naciones Unidas lo dice todo, para qué gastamos recursos y nos empeñamos en inventar el agua tibia”, critica. 

“No apuesto por una metida de la mano en la justicia, pero venimos de tumbo en tumbo, lo que nos convoca a profesionalizar a la Función Judicial para tener jueces y personal probos que no solo cuiden el puesto”, expresa. “Jueces improvisados no pueden seguir en funciones, desconocen principios básicos de la Constitución. Se viene caos, desconcierto, debemos involucrarnos todos y diseñar un país sin importar la ideología”, sentenció.