El sociólogo Mario Unda, profesor de la Universidad Central del Ecuador, analiza el estado actual del país en el contexto del paro nacional. “Lo que vivimos es el resultado de una situación compleja, hay demandas de amplios sectores que son más visibles en el campo y que no han sido atendidas por los últimos gobiernos. Las movilizaciones son por estas necesidades insatisfechas, el Gobierno no ha logrado cumplir con las expectativas de inicios de su mandato”, comenta.
Recordó que Lasso llegó a la segunda vuelta con un 20 %, “ese es su voto duro, no tuvo un respaldo real”, señala. Apunta que tampoco tiene apoyo en la Asamblea.
Para Unda hay un desgaste del diálogo como salida. “En una sociedad democrática estos canales deben funcionar, el problema es que las organizaciones sociales son escépticas del diálogo, por experiencia sienten que no sirve para nada, cuando debería ser la herramienta para concretar acuerdos y soluciones”, manifiesta.
Considera que el presidente habla de diálogo, pero no acepta las propuestas y acentúa la represión contra la protesta social con el saldo lamentable de personas fallecidas. Añade que los estados de excepción tampoco abonan al diálogo. “El mandatario debe dar señales claras de que tratará los temas a profundidad”, sugiere.
El catedrático sostiene que debemos procurar un equilibrio frente a lo que sucede. “Algunos medios solo enfocan la violencia de la protesta sin siquiera ahondar en sus orígenes y causas, o analizar la violencia que surge de otras acciones”, analiza.
Advierte además que la violencia no es la única manera de controlar el orden, señala que el decreto emitido se concentra en el uso de la fuerza y que el borrador que circuló inicialmente deja varias lecturas de hacia dónde apunta la política represiva.
“El Gobierno debe mostrar que está en capacidad de enfrentar conflictos no solo con el uso de violencia, eso implica diálogo, debe dar señales de atender las demandas planteadas”, expresó.
Sobre los mecanismos constitucionales que han planteado diversos sectores para superar la crisis, dice que se debe analizar qué tan efectivos pueden ser, esto en referencia a la muerte cruzada o la destitución del presidente. “El momento actual tiende a manipular los preceptos legales para acomodarlos a la coyuntura. No hay vocación democrática, sino la intención de usar a conveniencia fragmentos de la ley y otras normas”.
Recuerda que la CONAIE se sentó a discutir con el Gobierno a pesar de las dificultades, presentaron planteamientos, así como el FUT, pero la actitud del Gobierno ha sido no retroceder en nada, lo que pone en evidencia una negativa a avanzar en un diálogo real, y dejar únicamente que corra el tiempo y desgastar al adversario.
Finalmente insistió en que el Gobierno debe dar señales de que el diálogo al que está llamando servirá para algo. Además, enfatiza que el Gobierno tiene problemas de credibilidad.