Kirsten Francescone, economista y experta en medio ambiente, se refirió a la consolidación del extractivismo en Ecuador. “Quieren extender la minería hacia territorios indígenas y rurales, esto preocupa”, indicó.
Recordó que, años atrás, el proyecto Loma Larga en la provincia del Azuay ha sido rechazado por la ciudadanía. Indica además que no se ha podido probar la realización de procesos de socialización del proyecto. “Me parece raro y falso que la empresa tenga los estudios en la mano y lleve mesas de socialización, estas deben desarrollarse de manera pública”, alegó.
Sostiene que a la empresa le falta la licencia de explotación para el proyecto Loma Larga. Recalca que hay un proceso, “debe ser aprobada por el gobierno, no lo tiene a la mano”. Además, advierte que hay una consulta popular que debe respetarse. Recuerda también que el presidente expuso una posición antiminera que debe mantenerla.
Informó que el gobierno de Canadá trata de desarrollar un proceso que no va a contemplar la decisión del pueblo sobre el extractivismo. “Enfrentamos supuestos procesos de socialización para sacar adelante proyectos, me preocupa cómo la normativa es destrozada, se sabe de muchas violaciones y observaciones a su aplicación, la destrozan para que entren empresas, con un lavado verde nunca antes visto”, denuncia.
“Vienen empresas pequeñas con poco capital para crear tensiones, rompen el tejido social, promueven una realidad económica que no es real, hay riesgo ambiental”, advierte.
“Loma Larga es una mina de arsénico, si sacamos este elemento se moverá por todo lado y contaminará a su alrededor”, comenta.
Finalmente, cuestiona la poca cobertura que hay sobre estos temas, lo que alcanza a la protesta social de estos días. “No se habla de violaciones de derechos a los manifestantes y defensores de sus territorios”, dijo.
“Lo que pasa en Ecuador es grave”, dijo.