El politólogo Jacobo García explicó que el paro engloba muchos fenómenos que deben ser analizados a profundidad. “Hablamos de muerte, de demandas sociales, de violencia, de diversos actores, no solo de Lasso e Iza”, comentó. Para García, lo vivido en los últimos días fue un “estallido”, algo “muy fuerte”.
Su análisis se remonta al triunfo de Lasso a la Presidencia de la República, con un bajo porcentaje y sin una mayoría en la Asamblea. Considera que debía gobernar bajo acuerdos y “se lanzó al conflicto con tres contendores”, asevera.
“Si el objetivo era la macroeconomía y mayor inversión se conoció apenas ahora, un año después; no hay una agenda clara”, cuestiona.
“Con la pandemia el país retrocedió diez años, hay desigualdad, problemas mentales, brechas en tecnología, en educación, problemas en hospitales”, según el analista hacía falta política social e intervención, “el país estaba golpeado, los errores de desatención desembocaron en lo visto”, relató.
“El gobierno sale debilitado”, dijo. Añadió que la variación de discursos en el paro resultó errática. Califica como otro error a la detención de Iza y la ocupación de la Casa de la Cultura por parte de las fuerzas del orden.
“Si materializaba el Gobierno del Encuentro y sabiendo que no tiene mayoría desde la Asamblea, debía dialogar desde el principio, ojalá lo haga ahora, debe buscar acuerdos, construir una agenda social mientras sigue con su tema macroeconómico”, recomienda.
Según García, Iza tiene una ideología mariateguista, y el proyecto que quiere llevar a cabo debe ser para el país, sostiene. “Dudo que Iza tenga la capacidad de generar este proyecto”, asevera.
“El primer problema del movimiento indígena es cuando van a elecciones, hay diversidad y divisiones”, comenta.
“Materializar el mariateguismo no será fácil, hay primero que preguntarse cuánto se conoce en el país sobre esta propuesta, tanto dentro del movimiento indígena como en la sociedad misma”, opina.
Finalmente dijo que esta es la oportunidad para marcar un rumbo.