El excandidato presidencial Gustavo Larrea asevera que, en Ecuador los asuntos de seguridad se toman como si fueran problemas exclusivamente policiales, cuando estos tienen que ver también con la extrema pobreza, la exclusión social. Para afrontarlos, según Larrea, se requiere políticas sociales, de reactivación económica, de generación de empleo, de emprendimiento, de fortalecer la pequeña producción agrícola, la agroindustrial, la industrial y la artesanal.
Advierte que, “si no se tiene una política integral para enfrentar los problemas de seguridad estos continuarán”. Reconoce que efectivamente hay deterioro de la seguridad a causa de la presencia de mafias internacionales en el país y “por supuesto que hay que incrementar personal para la Policía, pero no en la dimensión en la que el presidente lo ha planteado, no queremos un Estado policiaco”.
Para Larrea lo que el país necesita es “un Estado que combata eficazmente el crimen organizado y la delincuencia común”.
Sostuvo que desde hace 12 años aproximadamente, el gobierno del expresidente Rafael Correa “cometió el error de privilegiar la atención al microtráfico sin darse cuenta que las mafias del narcotráfico se iban apoderando del territorio nacional como puente para el envío de drogas”. Para Larrea “hubo un error de estrategia, no se hizo un trabajo adecuado para enfrentar la instalación de estas mafias en el Ecuador, no se instalaron hoy y actualmente están en una guerra interna entre ellos, y una guerra contra el Estado por el aumento de las capturas de clorhidrato de cocaína”. Considera que la política contra el narcotráfico debe ser de cero tolerancia.
Recomienda un nuevo modelo que comprenda al país e incluya desarrollo económico con justicia social e inclusión social. Asevera, entre otros temas, que no hay una política de asistencia técnica ni de comercialización de productos en los sectores vulnerables, hay un “chantaje del intermediario que les paga precios muy bajos”.
Sobre los hechos acontecidos a propósito de las movilizaciones indicó que también hubo hechos de violencia inadmisibles que deben investigados. “Hubo grupos violentos que aprovechando una justa aspiración intentaron un golpe de Estado, incluso fuerzas políticas estuvieron tras esa movilización”, afirmó.
En el ámbito económico, advierte que en Ecuador no ha habido un cambio de modelo, lo que hubo es un crecimiento económico por los buenos precios del petróleo que “en algo sirvió a la economía”, pero que lamentablemente gran parte de estos recursos se despilfarraron en corrupción”.
“Aquí hay un problema estructural que hay que solucionar, modelos exitosos para el 30% de la población de una ciudad o menos, y pobreza para el resto, eso no soluciona los problemas”, fueron sus palabras al ser consultado por la propuesta de un Estado federalista.
Analizó que el gobierno está pagando la factura de una visión que cree que la magia del mercado va a solucionar los problemas de la economía y los problemas sociales. “El mercado, la iniciativa privada, ayudan, pero sin el motor de la inversión pública de la política social, no hay posibilidades”, adelantó.
Puntualizó en su salida final, que lo ideal sería acordar una política de desarrollo rural integral, una política para el agro, una política para las comunidades indígenas, una política educativa, de salud, de desarrollo económico, de superación de la pobreza.