Dr. Carlos Castro
Miembro del cabildo por el agua
Carlos Castro, miembro del Cabildo del Agua, se refirió a la terminación del contrato de los estudios para determinar la existencia y condiciones de aguas subterráneas en Kimsakocha y Río Blanco, suscrito entre ETAPA y Promas de la Universidad de Cuenca.
Para Castro el tema ambiental en los dos proyectos es latente, los estudios no pueden suspenderse. Considera que muy probablemente que faltó socialización en las comunidades.
Sugiere que “quieren mostrar a Río Blanco como intratable, con conflictos, con movimientos más allá de la protesta, es decir se insinúa la existencia de grupos subversivos, desconociendo la problemática de la zona”.
Insiste en que se fracasa en las comunidades porque no existe comunicación. “Es necesario que se comunique sobre la trascendencia de estos estudios”, manifiesta.
Aclara la situación distinta en Kimsakocha y Río Blanco. En el primer caso es pertinente contar con estudios sobre las relaveras que al romperse podrían provocar una catástrofe ambiental en la cuenca del río Tarqui, especialmente. En cuanto Río Blanco sugiere que, más allá de la conflictividad social de la zona, es necesario eliminar los prejuicios.
Sobre las reformas al Decreto 151 dijo que el Gobierno se adelantó a los temas que hay que tratar en las mesas de diálogo con el movimiento indígena. “No comprendo qué quiere hacer el Gobierno, hay temas sensibles como las áreas de protección hídrica, ya se delimitaron, son áreas de interés, forman parte del sistema nacional de áreas protegidas donde no está permitido la actividad minera, de ahí su importancia”, comenta.
Según Castro, el Gobierno insiste en su plan minero nacional y esto choca con los intereses de Cuenca. “Estableceru minería en las cabeceras del cantón implicaría un desastre ambiental por la contaminación de las aguas”, advierte.
Insiste en que se debe respetar la decisión del territorio y eso deberá quedar claro en los instrumentos para la planificación de Cuenca, PDOT y PUGS.
Finalmente dijo que, la nueva ley de aguas se debe discutir con base en la actual y no retroceder a conceptos neoliberales para el uso del líquido vital.