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Hernán Reyes, exvocal del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación, compartió su criterio en torno a las reformas a la Ley de Comunicación.  

Sostiene que el tema se ha politizado y convertido en moneda de cambio. Para Reyes su aprobación es la muestra al Ejecutivo del rechazo de la nueva mayoría. No obstante, considera que se trata de un tema importante. “Estamos cinco años sin ley, Ecuador está en el limbo y se requiere normativa para proteger a los periodistas y no para mantener prebendas con fines comerciales”, manifiesta. 

Según el analista, la radicalización de posiciones hizo que tengamos dos informes y que no haya consensos para un solo texto. Insistió en que todo está politizado y que el oficialismo no logró mayoría en la Asamblea. “Todo se desarrolla con base en cálculos y no en consensos”, cuestiona. 

Argumenta que en lugar de reformar la LOC hicieron una nueva ley. “En el país se polariza las cosas, la ciudadanía ve con malestar cómo instituciones estatales no se ponen de acuerdo”, comenta. Asevera que no fue un año para debatir el proyecto de ley o las reformas, “la Ley de Comunicación se metió por debajo de la mesa”, denuncia.

Reconoce que la SUPERCOM, en muchos casos, actuó son sesgo, estuvo dirigida por Carlos Ochoa, quien según Reyes no estuvo capacitado y fue destituido. “La SUPEROCM hizo méritos para desaparecer”, apuntó.  

Reyes sostiene que no hay argumentos, que no se debatió artículo por artículo. “No es una ley punitiva, si hay veto no habrá normativa al menos durante un año”, explicó y con ello, “el perdedor será el pueblo ecuatoriano”, dijo en su salida final.