Humberto Salazar, director ejecutivo de la fundación Esquel, opina que Ecuador necesita cambios. “La población está desatendida, no nos ponemos de acuerdo en los cambios que debemos emprender, se necesita generosidad y es lo que no se tiene para lograr acuerdos”, manifiesta.
Para Salazar, no hay un acercamiento de la clase política con el pueblo, la gente no es escuchada, “el problema es que no hay sintonía”, señala. “Ponemos énfasis en lo que nos divide y no en lo que nos une, cada quien vela por su metro cuadrado”, cuestiona. Sugiere recuperar la participación cívica.
Comentó sobre el desarrollo de las mesas de diálogo entre el Gobierno y los sectores indígenas, los resultados 90 días después. Insiste en la necesidad de trabajar en equidad e involucrar a otros sectores. “Debemos tener modelos de desarrollo sostenible, nos comemos la casa, debemos pensar en nuevas propuestas, no las depredadoras que tenemos ahora que ponen en riesgo la biosfera”, sugirió.
“Tenemos una acumulación de crisis, hay incapacidad en los gobiernos, la gente no puede esperar, está en juego un sistema de representación y partidos, no se ajustan a necesidades humanas”, comentó.
“A los operadores del gobierno, les falta calle”, sostiene.
En su salida final recalcó que hay problemas sobre los que no se habla, por ejemplo, la desnutrición crónica, las limitaciones en el acceso a educación. “Se ponen temas en la agenda que no son prioritarios”, lamenta.